Toyota ha tomado una decisión estratégica importante para su expansión en América Latina al comenzar la construcción de una segunda planta en Sorocaba, Brasil. Este nuevo complejo industrial, conocido como “Sorocaba 2”, será fundamental en los planes de la empresa para incrementar su producción y fortalecer su presencia en la región. A partir de 2026, esta instalación se dedicará a la fabricación del Corolla sedán, el Yaris Cross –incluyendo sus variantes híbridas– y también se centrará en el ensamblaje de baterías y sistemas híbridos. Este movimiento representa una fuerte inversión de Toyota por los vehículos híbridos en un mercado donde la demanda de opciones más sostenibles está en aumento.
Un nuevo horizonte para la producción local y la electrificación
La confirmación de Sorocaba 2 se produce después de varios meses de especulaciones. Evandro Maggio, presidente de Toyota do Brasil, fue el primero en mencionar esta expansión durante una entrevista en la que subrayó el compromiso de Toyota con el mercado brasileño. La compañía ha planeado invertir 11.000 millones de reales hasta 2030, con la intención de no solo satisfacer la creciente demanda local, sino también de potenciar su capacidad de exportación, optimizando costos y generando empleo.
En detalle, Toyota tiene la intención de trasladar la producción de varios modelos a Sorocaba 2, incluyendo el Yaris Cross, un SUV del segmento B que se perfila para competir fuertemente en el mercado, además del Corolla sedán. El objetivo a largo plazo es ensamblar en Brasil las baterías y sistemas híbridos que actualmente se importan desde Japón, lo que permitirá a la compañía reducir costos, facilitar la disponibilidad de estos componentes y hacer su cadena de producción más eficiente.
Tecnología y capacidad para un mercado más competitivo
La segunda planta en Sorocaba tendrá una capacidad de producción de 100.000 unidades al año y abarcará 400.000 metros cuadrados. La infraestructura no solo contará con una línea de ensamblaje de vehículos, sino también con un nuevo centro logístico que mejorará la disponibilidad de piezas y repuestos, apoyando la red de distribución de Toyota en la región. Se prevé la incorporación de 500 nuevos trabajadores y, según los planes de Toyota, se generarán más de 2.000 empleos directos e indirectos.
Rafael Chang, CEO de Toyota para América Latina, enfatizó la relevancia de esta expansión para la empresa, no solo en términos de producción y exportación, sino también como un motor significativo de empleo en Brasil. Chang destacó que la nueva planta permitirá a Toyota optimizar su red de suministro, aumentar la eficiencia logística y mejorar la competitividad de la marca en la región.
Una visión hacia el futuro: sostenible y eficiente
Además de aumentar la producción de vehículos, el nuevo complejo industrial estará enfocado en la sostenibilidad y la eficiencia en el ensamblaje de baterías. Esta decisión se alinea con la estrategia de Toyota de avanzar en el mercado de vehículos híbridos y eléctricos, un segmento que la empresa considera esencial para su estrategia global. El ensamblaje local de baterías ayudará a disminuir los costos de importación y facilitará un acceso más ágil a los componentes necesarios para los vehículos híbridos, beneficiando tanto a los consumidores como a la propia empresa.
Toyota espera que la planta de Sorocaba 2 se convierta en un modelo de tecnología y producción eficiente en América Latina, replicando el éxito de la primera planta y añadiendo innovación que mejore tanto los tiempos como la calidad de producción.
Consecuencias para el mercado latinoamericano
Con la inauguración de la segunda planta en Sorocaba, Toyota refuerza su presencia en el mercado latinoamericano y se establece como un actor clave en el sector de vehículos híbridos. Al enfocarse en la producción local de sistemas híbridos y el ensamblaje de baterías, Toyota busca acelerar la transición hacia tecnologías más sostenibles en la región. Esta nueva planta representa un cambio significativo para la marca, que aspira a ampliar su oferta de vehículos con menor impacto ambiental y mejorar su competitividad frente a otros fabricantes.
En resumen, la nueva planta de Sorocaba 2 no solo significará un aumento en la capacidad de producción, sino que también representa una estrategia a largo plazo que tiene el potencial de transformar la industria automotriz en la región.